La metodología de Psicodanza Integrativa consiste en sesiones semanales en forma continua y talleres de fin de semana por mes.
El método contiene objetivos vivenciales, que se dan de acuerdo a la evolución del grupo. Los mismos se agrupan en una serie de vivencias apuntadas a despertar vivencias de placer, de regresión, del instinto vital sexual, de auto afirmación, de encuentro humano, de amor y trascendencia.
Se van dando en forma de retroalimentación permanente para despertar las cualidades del alma y la conexión con el Ser.
Un núcleo del abordaje terapéutico es la dinámica de re-parentalización, que permite decodificar los patrones parentales, creencias adoptadas en la infancia que formaron el guion de vida.
Es un proceso que se abre en los participantes en el vínculo transferencial que se va creando con el terapeuta y entre ellos. Este contacto vincular que define en cierto modo el método de Psicodanza Integrativa, contiene la fuerza del amor que es el atractor del universo que es cohesivo, no separa y se extiende más allá de los que lo viven. Este proceso de re-parentalización, en las vivencias de regresión, donde uno es el cuidador, madre, padre y el otro se entrega como el hijo, hija, es lo que produce la sanación.
A partir de las vivencias que se generan dentro del proceso terapéutico el practicante experimenta varios estadios. En un principio, sobreviene un fuerte impacto emocional de libertad y felicidad. Como encontrar un paraíso perdido.

Bajo los efectos de los estímulos de retroalimentación que utilizamos es inevitable que la persona, en un tiempo del proceso terapéutico, se conecte con su sombra. Es natural dada la fuerza de la vida, que lo que está oculto o negado en el inconsciente busca ascender a la luz.
Se experimentan al mismo tiempo, como superpuestas, la vivencia amorosa que despierta en el aquí y ahora y el recuerdo o la escena donde se instaló la carencia o se fijó la frustración.
El practicante, al despertar su sensibilidad por la intervención de objetivos vivenciales de regresión o trance, se va haciendo cada vez más consciente de disolver la coraza (W. Reich) que instaló en su cuerpo estructurando su carácter y que se expresa en su modo de sentir, pensar y actuar.
El dispositivo terapéutico que utilizamos consiste en la repetición de los objetivos vivenciales a lo largo del proceso. Es así como los hábitos adquiridos, expresados en los movimientos involuntarios o inconscientes, cambian. Esta transformación en el plano emocional también ocurre con la expresión espontánea de las emociones con mayor amplitud de respuesta al ambiente.
En el plano mental, la persona crea un nuevo paradigma al cuestionar las creencias, esquematismos de pensamiento e imágenes que acumuló para sostener una postura frente a la vida. Así es como surge la vivencia del vacío y puede llegar a formularse la pregunta: ¿quién soy yo?.
Como vemos la Vida es un gran misterio, pero si nos aventuramos a entrar en ella, descubriremos que el misterio está en nosotros mismos.
Texto escrito por Ercilia Orellana, médico psicoterapeuta, directora y fundadora de la escuela de Formación en Terapia Psicodanza Integrativa.